El software de videovigilancia permite a las organizaciones monitorear y proteger entornos físicos fijos como edificios de oficinas, almacenes, espacios comerciales y campus utilizando transmisiones de video de cámaras de seguridad. Estas herramientas apoyan la detección de incidentes al proporcionar visibilidad en tiempo real y a través de capacidades de revisión de video para mejorar la seguridad y protección en el sitio.
Las organizaciones generalmente utilizan software de videovigilancia como parte de una estrategia de seguridad física más amplia para mitigar riesgos como robos, accesos no autorizados y violaciones de cumplimiento. El software a menudo se implementa en industrias como la manufactura, el comercio minorista, la logística, la educación y la atención médica, donde es necesario el monitoreo 24/7 de ubicaciones específicas.
Los sistemas de videovigilancia abordan problemas clave de negocio al ofrecer visibilidad centralizada a través de redes de cámaras, enviar alertas en tiempo real para actividades sospechosas y mantener archivos de video buscables para auditorías o investigaciones. Estas herramientas reducen las cargas de monitoreo manual, aumentan la capacidad de respuesta a amenazas de seguridad y ayudan a las organizaciones a cumplir con los requisitos regulatorios o de seguros.
El software de videovigilancia a menudo se integra con otras tecnologías de seguridad física, como software de control de acceso o software de gestión de incidentes, para crear un ecosistema de seguridad unificado.
Para calificar para la inclusión en la categoría de Videovigilancia, un producto debe:
Proporcionar capacidades de monitoreo de video en tiempo real utilizando cámaras estacionarias o móviles
Ofrecer un panel de control centralizado para ver, gestionar y analizar imágenes de múltiples cámaras
Soportar almacenamiento de video, ya sea en las instalaciones o en la nube
Estar diseñado para casos de uso de vigilancia de seguridad, como detección de incidentes, alertas de intrusión y auditoría de cumplimiento en entornos físicos fijos (por ejemplo, oficinas, almacenes, campus)