
Llevo años trabajando en producción audiovisual y, aunque he probado casi todos los editores disponibles, siempre termino regresando a Adobe Premiere Pro. No solo es el estándar de la industria, sino que realmente me permite avanzar al ritmo de mis ideas.
Lo que más aprecio es su integración fluida con After Effects y Audition; poder enviar una secuencia, ajustar una animación o perfeccionar el audio sin perder tiempo representa una gran ventaja, especialmente en proyectos con plazos ajustados. Además, en las últimas versiones he notado mejoras significativas en el rendimiento y la estabilidad, sobre todo al manejar material en 4K y 6K.
Las funciones de IA y automatización también resultan prácticas y no son solo un añadido superficial: el auto-reframe, la transcripción automática y la reducción de ruido me han ahorrado horas de edición, especialmente en la creación de contenidos breves para redes sociales. Reseña recopilada por y alojada en G2.com.
Sigue siendo un software exigente: si no cuentas con una máquina potente, ciertas tareas pueden resultar pesadas. Además, la curva de aprendizaje puede intimidar a quienes recién comienzan.
Sin embargo, en general, Premiere es uno de esos programas que, con el tiempo, se convierte en una extensión de tu mano. Es confiable, flexible y tiene la capacidad de crecer junto a tus proyectos, ya sea que trabajes en un simple reel o en un documental completo. Reseña recopilada por y alojada en G2.com.
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