Me gusta el hecho de que HiveMQ pueda procesar la enorme cantidad de mensajes enviados por nuestra red de sensores sin la más mínima ralentización. Es importante tener la capacidad de recibir datos de manera confiable en miles de monitores ambientales remotos. También simplifica la creación de conexiones seguras de nuevos dispositivos a un nivel asombroso.

Antes de cambiar a HiveMQ, teníamos una pesadilla constante durante las horas pico diarias cuando cientos de miles de vehículos en nuestra flota se reconectaban simultáneamente. Nuestro antiguo broker simplemente se ahogaba, lo que provocaba enormes retrasos de datos y pérdida de visibilidad en tiempo real. Con la arquitectura de clúster sin maestro de HiveMQ, la diferencia es como el día y la noche. Podemos ver millones de conexiones concurrentes y el almacenamiento inteligente de mensajes significa que cuando un vehículo se desconecta y se reconecta momentos después, no perdemos esa telemetría crítica del motor o de ubicación.

La facilidad con la que se puede usar HiveMQ para soportar un grupo extremadamente amplio y dispar de dispositivos IoT, incluyendo desde sensores simples hasta actuadores complejos, es lo que ha sido transformador en nuestro negocio. Nos gusta específicamente que su arquitectura de temas sea lo suficientemente flexible como para dividir los datos de la ciudad según el departamento individual a un nivel granular como /tráfico/sensores o /residuos/contenedores y no se incurre en ninguna penalización de rendimiento. Nuestros lagos de datos en la nube funcionan en conjunto de manera bastante fluida, por lo que la colocación de datos que necesitamos para el análisis es muy fácil de lograr.