Capacidad para crear múltiples entornos como staging y producción, así como su capacidad para respaldar múltiples versiones.

La mejor parte es la flexibilidad de desplegar y revertir, lo cual ocurre en un abrir y cerrar de ojos en múltiples máquinas. Es tan fácil de configurar y gestionar.

Capistrano es simple, basado en Ruby, y admite el despliegue automatizado con varias configuraciones personalizadas. Puedo usar Capistrano como una gema en mi aplicación Ruby on Rails y con un comando generador se generan Capfile y deploy.rb donde podemos escribir varios scripts útiles para el despliegue. Otra de las mejores partes es que podemos escribir scripts post-despliegue como actualizar migraciones de base de datos, gemas agrupadas o incluso escribir tareas rake si las hay. Se puede configurar múltiples entornos como staging, producción, etc. Puedes mantener múltiples copias de seguridad de múltiples versiones, el valor predeterminado es 5. Siempre se despliega desde el repositorio de control de versiones. Capacidad para tocar tmp/restart.txt en el despliegue, lo que desencadena una recarga de passenger. Hay una función para pasar autenticación en el servidor antes del despliegue. Hay una función para revertir a la versión de despliegue anterior. Puedes SSH a muchos servidores y realizar un montón de acciones.